Se sirven platillos y postres italianos en un espacio clásico con paredes de piedra decorado con antigüedades.
La atmósfera es casual, sin descuidar los detalles entre jardines, luz, aire y fuentes.
Los comensales pueden esperar una experiencia muy grata, con un servicio de calidad y atención a los detalles.
Los comensales destacan la atención personalizada y el buen servicio por parte de un equipo de meseros atentos que hacen sugerencias precisas a la ocasión.
Sí, este restaurante es muy recomendable por su ambiente, servicio y calidad de comida. Es una experiencia que vale la pena disfrutar.